Siempre es más fácil continuar que cambiar,
culpar que aceptar,
señalar que reconocer.
Exigimos cambios pero no formamos parte de él.
Existen valores, costumbres y tendencias que no variarán,
pero debemos hacer algo diferente si queremos florecer.
Cuando el fruto está caído morderlo no tiene gracia,
siembra la semilla y verás.
22 de enero del 2015