Más que un dar sin recibir, se trata más bien de percibir.
Quiero percibir que te importo, que significo algo para ti.
¿Cuándo dejó de ser suficiente quererte?
Medita y cuestiona tu entorno.
¿Realmente estamos rodeados de las personas correctas?
En realidad no importa, siempre y cuando sean las personas
a quienes decidiste darles lo mejor de ti.
Puedes decidir ser una esponja o no.
Creo que puedes llegar a decidir si sentir o no.
El boomerang de la vida te dará tan duro como lo desees.
30 de septiembre del 2014